Marcos Castro evoca una serie de paisajes postapocalípticos desde el origen y la ruina. En 2006, Castro realizó un mural que recientemente fue rescatado de la desaparición. Este hecho desencadenó en el artista una búsqueda arqueológica de su propia obra, una especie de tensión entre la memoria creativa y la exploración artística que venía realizando. Así, los paisajes presentados aquí se basan en nociones de muerte y nacimiento/ruina y futuro.

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George Bataille sitúa el nacimiento del arte en la Era de Reno, con una multitud de juego y fiesta, anunciando en el fondo de estas cuevas, figuras donde irrumpe la vida, que siempre se desborda y se cumple en el juego de la muerte y el nacimiento. Es en esta concepción de la creación artística donde se podría inscribir “Futuras Ruinas”, compuesta por dibujos e instalaciones.

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Por un lado, los restos del mural rescatado han sido apropiados por Marcos Castro para generar una metáfora de lo arqueológico como mecanismo de creación y conocimiento. Además la creación de paisajes post-apocalípticos (ruinas del futuro) donde el uso del espacio sugiere las dimensiones de la memoria y las representaciones de los emplazamientos de la desolación que realiza cada espectador.

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Así, en esta exposición reconoceremos el estilo de Marcos Castro y, a su vez, seremos testigos de otra vertiente más creativa del artista, más en la línea de la fiesta y el juego a la que se refería Bataille. Futuras ruinas, recordando a Maurice Blanchot, es también: “Todo lo que esencialmente es antes, lo que aún no ha de ser. Y, al mismo tiempo, anticipa todo lo que ha sido, que es la promesa cumplida de antemano, la juventud que siempre empieza y no hace más que empezar.”