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La práctica de Marcos Castro está marcada por la tradición gráfica y muralista mexicana. El neoexpresionismo, el expresionismo alemán y la estética gótica contemporánea también han influido en su obra. Su obra es una historia que se desarrolla día tras día, en constante construcción. Por tanto, cada pintura, dibujo y escultura es también un fragmento, un episodio dentro de un mismo universo.

El mural principal de House of Vans CDMX sirve como pieza central de esta exposición. La obra actúa como detonante de la propuesta curatorial uniendo, por un lado, la búsqueda constante del artista en la tradición pictórica mexicana, en especial el muralismo, y, por otro, su obsesión por el imaginario de lo que entendemos por “mexicano”.

En esta selección de obras hay una especie de satirización del concepto de muerte. La carga de melancolía se desdibuja y los personajes se sitúan en contextos lúdicos, una invitación a alejarse de la seriedad. Hay un personaje que, como las calaveras, es recurrente en la obra de Castro: el Coacuitle. Ella es una entidad que encarna lo femenino, lo mexicano, lo brutal y lo monstruoso. A partir de estas mitologías, el artista cuestiona la idea de historia oficial. La historia que nos enseñan y la que usamos para estructurar nuestro pensamiento crítico.

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Valle de sombras es una exposición compuesta por obras realizadas en su totalidad durante estos dos años de pandemia. Juega con el concepto de oscuridad, resaltando el lado bueno que tiene esta supuesta falta de luz. Queremos que el espectador se acerque a este valle no desde el miedo sino cuestionando la relación que cada uno tiene con la oscuridad propia e histórica –de la que somos parte–, de deconstruirnos y reconstruirnos.

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